La construcción de una identidad digital en la red implica un aprendizaje y una actitud colaborativa y participativa en la cultura digital. En una sociedad conectada en red, la gestión de la propia presencia en la red supone un paso fundamental para la ciudadanía. La identidad digital es el conjunto de la información sobre un individuo expuesta en Internet, la representación de nuestra identidad analógica en la red (datos personales, imágenes, registros, noticias, comentarios, etc.) que conforma una descripción de dicha persona en el plano digital. En el siguiente enlace de la Oficina de Seguridad del Internauta, queda perfectamente explicado en qué consiste la identidad digital.
Hay dos perspectivas para aproximarse al tema de la identidad digital y de Internet. Una es creer que la presencia virtual significa un peligro para la seguridad personal y, por tanto, convenir en que si un individuo no construye su identidad digital, una tercera persona puede suplantarla y pueden ocurrir hechos indeseables. La otra perspectiva es entender la construcción de la identidad en la red como una oportunidad de aprendizaje tanto personal como profesional dentro de la cultura de la información donde vivimos inmersos (Freire, 2009b).
Lo apunta Juan José de Haro en su post Identidad digital y redes sociales, en su blog Educativa, cuando expone: “la sorpresa puede surgir cuando vemos nuestro nombre asociado a una foto que no hemos subido nosotros, una lista de antiguos alumnos que algún compañero de la infancia ha colocado en Facebook, o un comentario en un foro hablando directamente de nosotros”. Esto significa que, nuestra exposición (y la de nuestro alumnado) no es fácilmente controlable, pero se puede hacer si se toma una actitud activa y no pasiva:
La construcción de una identidad digital como docentes nos va a permitir crear aulas en red, a través de la suma del e-learning y las redes sociales. El empleo de las redes sociales incrementará la cantidad de información, de ahí que nuestro papel como docentes será el de filtrar y guiar en el uso de todas esas fuentes, evitando los posibles ruidos. Para ello, necesitaremos adquirir la formación que nos permita interactuar con nuestro alumnado y con el resto del profesorado en red.
Del mismo modo, tendremos que enseñar al alumnado a manejar su vida privada y profesional a través de Internet, a respetar el trabajo de los demás citando las fuentes originales, a discutir argumentando y trabajando en equipo, fomentando el autoaprendizaje y la participación en proyectos en la Red.
Un aula en red fomentará la diversidad cultural, pues desde cualquier lugar del mundo se accederá a estas comunidades, tendremos nuevas construcciones sociales, pedagogías críticas, escuelas nómadas.., se produce un intercambio de roles, el alumnado participará enseñando también a sus compañer@s, y por último, se amplían el espacio y el tiempo, al permitir el acceso desde cualquier lugar y en cualquier momento.
A modo de conclusión, y como establece el profesor Juan José de Haro, es conveniente la necesidad del uso de las redes sociales por el alumnado desde el ambiente controlado de la escuela, donde se les puede guiar y aportar el valor didáctico y útil para su futura vida profesional.
Fuentes:
https://www.youtube.com/watch?v=KNutzRL_asA
bid.ub.edu/24/giones2.htm
bid.ub.edu/24/giones2.htm
http://jjdeharo.blogspot.com.es/
Una presentación sobre identidad digital y redes sociales:
Los riesgos
Todo lo que se publica en Internet queda para la posteridad, hecho que puede tener consecuencias futuras en la imagen y la reputación personal. Es importante tener una buena alfabetización digital que nos permita conocer los riesgos y poder evitarlos.
"Cada vez es más facil encontrar información pero también se hace más dificil borrarla"
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